Cuando rememoramos escenas legendarias de westerns míticos, inevitablemente viene a nuestra mente la imagen de una calle polvorienta por la que ruedan inmensos matojos secos como gigantescas pelusas del polvo...
El tiempo y la evolución de nuestras sociedades ha hecho que este paisaje haya cambiado de aspecto, pero de algún modo, la naturaleza y el componente humano han mantenido una parte importante de Texas Central bajo una notable nube de partículas.
Scott Wade, un artista bastante peculiar que vive por estos parajes lo ha convertido materia de prima de su "obra": Las gruesas capas de polvo acumuladas sobre los cristales de los coches, que a todos en algún momento nos han inspirado alguna frase alusiva a los hábitos higiénicos del propietario del vehículo, son el inmaculado lienzo que da soporte a sus trabajos. Quien dijo horror vacui.
lunes, 29 de octubre de 2007
¡Viva el polvo!
Por Ramón Mateos
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