Te lo juro por Margareta, osea

“A Favourite Selected by Margareta van den Bosch”. Es la etiqueta más buscada por estilistas y enteradillos. Quienes conocen su existencia callan como zorras para que nadie les robe el secreto. Una conducta egoísta, si. Pero justificada. Imposible toparte con un clón, a no ser en el marco de una pasarela de moda. Halago garantizado: “Es genial! ¿De quién es -en alusión al diseñador que lo firma-?”.



Respuesta:

1) Puedes mirar hacia otro lado.

2)Confiesas que es de H&M.

Si eliges la primera opción evidencias que eres más tontita que Penélope Cruz. Por cierto, vaya colección infumable que se han cascado las hermanísimas con Mango.

Si te decantas por la segunda, tu interlocutora rematará la charla con “ahhhh, pues que mono” mientras repasa mentalmente todas y cada una de la prendas que toqueteó en su última visita a la cadena sueca.

Por supuesto, no recala en ninguna como la que tiene ante sus ojos. La causa es sencilla: la directora de diseño del gigante fast-fashion es exigente e implacable con su propia oferta. Por eso sólo un puñado de prendas pasan la cruel criba. “ Mi elección se ha basado en aspectos como la calidad, la producción, el diseño, los detalles, los tejidos, los estampados y el color. La combinación de estos elementos debe ser perfecta”, comenta Margareta. Sólo en los centros de Gran Vía de Madrid, en Portaferrisa y en Diagonal en Barcelona, en Palma y en Sevilla etiquetan con la recomendación. El precio es superior a la media, pero merece la pena.
Un favor: no se lo digas a nadie.

Por coser y cantar