Echaremos de menos a nuestras mamás ácidas

Acid Mothers Temple son cuatro melenudos japoneses rondando la cincuentena, que tocan un rock psicodélico maravillosamente alucinado y alucinante. Pasaron el puente en España, embarcados en su gira Crystal Acid Motherly Love Tour que el viernes les trajo por Madrid para tocar en La Boite.

La noche empezó con los madrileños Rosvita, con su hilarante set de lounge psicodélico y avant-rock chirriante, muy en la onda de Battles. La banda sonora para caer en picado y pasárselo bomba en el descenso (compruébalo tu mismo).
Poco después de que sonase un remix psicofónico de Paco Ibáñez llegaron los doctores del Templo de las Madres Ácidas. El virtuoso guitarra Makoto Kawabata ( ver video)―una especie de gemelo oriental de Slash― aglutina a todo tipo de artistas desde mediados de los noventa. Los tres músicos con los que sale de gira últimamente son un bajista que en otra vida debió ser arponero de ballenas, un teclista y guitarrista salido de Dragones y Mazmorras y un batería que parece el primo lisérgico de Pai Mei.


El concierto fue, repito, alucinante. Alucinógeno incluso. Su música sonaba suelta y compactísima a la vez. Fue una mezcla de rock espacial à la Hawkwind, cantos guturales tuva del folclore tibetano, gorgoritos yodel, hard rock retrofuturista, mester de juglaría y psicodelia triposa. Pasajes de una belleza infinita en los que Kawabata llegó a repetir el mismo riff cientos ―¡cientos!― de veces, se alternaron con momentos intensísimos de despegue perpetuo, con gloriosos mantras polifónicos y con jams que desembocaban en lagunas de ruido blanco.

Casi a media noche, responsables de la sala impidieron que nos regalasen un bis, que se quedó en diez segundos de speedcore punky tocado con los de seguridad subidos en el escenario. Ojalá vuelvan pronto. Mientras tanto, echaremos de menos a nuestras mamás ácidas.

Acid Mothers Temple y Rosvita actuaron en La Boite. Madrid, viernes 2 de Noviembre de 2007.


Por Pablo Gómez-Pan

Fotos y video, Aida Páez